domingo, 25 de enero de 2015

Hablemos un poco de política...

J.L.Ruffo

En esta entrada dejo de lado un poco las reflexiones sobre psicología para hablar algo de política. Espero que nadie se asuste por ello pero expongo mis razones: primero, siguiendo su etimología la palabra política proviene del latín “politicus” y ésta del griego “πολιτικός” (“politikós”), que significa “de los ciudadanos” o “del Estado”, por lo que creo que todo lo que tiene que ver con la salud de esos ciudadanos, debe tener cabida en este blog y la política repercute y mucho en ello. La segunda razón es el carácter ecléctico de esta página web, en este cajón desastre temas de interés nacional por supuesto que tienen su sitio.  

Desde mi mayoría de edad he votado desde IU al PP. Nunca he entendido el interés por las etiquetas y no entiendo que la gente vote como si un de club de fútbol se tratase: Yo soy del PP, yo soy del PSOE, yo de IU. Lo siento pero mi voto no está secuestrado por ningunas siglas. He aplaudido públicamente palabras y gestos de Julio Anguita o Teofila Mártinez, por poner ejemplos de posiciones contrarias, pero eso no me convierte en un fanático de sus posiciones políticas: Reconozco que no me gusta como se ha gobernado Andalucía por un lamentable PSOE ( en los últimos años con la ayuda de IU)  y me da asco el PP en Valencia, creo que los últimos años de Zapatero fueron lamentables y de Rajoy ni hablemos...todo esto lo he dicho siempre en público (tertulias de radio y TV incluídas) y en privado.

Tampoco entiendo a aquellos que culpan a unos y otros ciudadanos por sus votos: "¿Tú no votaste a Zapatero? pues mira lo que hizo, ¿tú no votaste el PP? pues te jorobas...Creo que son precisamente esos votantes los que se tienen que sentir más decepcionados con esos partidos a los que entregaron sus votos. Salvo esos "hooligans" que nunca cambiarían sus opiniones me gustaría pensar que cada vez más una mayoría de españoles si el partido que votó no lo hace bien pues cambia su voto y en paz, buscando nuevas vías. Quizás por eso mis amigos fanáticos de uno u otro partido me etiquetaban según su "orientación política": Si critico a la izquierda era un facha, si lo hago con la derecha soy un rojo traidor...y lo que no soporto es que ni unos ni otros me den lecciones de moralidad: ni desde un púlpito ni desde un sindicato. 

Que tío mas raro debo ser si me gusta la Semana Santa y soy hermano de una cofradía cuando no creo en la jerarquía de la iglesia y apoyo la ley del matrimonio homosexual o quiero que la religión salga de los colegios públicos. Habrá que analizar que clase de esquizofrenia tengo cuando no me considero católico apóstólico y romano, no voy los domingos a misa, pero me encanta leer y estudiar sobre el cristianismo y veo a Jesús más como un icono positivo al que admirar que como un "Dios todopoderoso" y por supuesto esto último no impide que quiera que mis hijas hagan la comunión y tenga esa referencia de sacrificio por los demás, ya que me consta que en las catequesis solo le dan un mensaje de paz y amor por el prójimo, ¿dónde está lo malvado? Cuando sean mayores decidirán por si mismas y tendrán libertad para elegir en qué creer.  También debo estar loco cuando defiendo a personas y asociaciones relacionadas con la iglesia ante ataques de algunos extremistas: soy un admirador de la labor de Cáritas o de muchos misioneros, por ejemplo, y por eso me apena aquellos que hablan de la ellos con ligereza y odio, o parece que van a salir ardiendo por entrar en un templo o ver una procesión..., a la vez que me muestro asqueado con la institución y jerarquía eclesiástica que poco tiene que ver con los conceptos creados por los primeros cristianos. Si Jesus existió, está claro que jamás defendería la mayoría de actuaciones que los dirigentes de la religión católica han hecho en su nombre durante siglos. De todas fomas esta critica no solo es propia a la iglesia, sino a la mayoría de las religiones o ideas políticas. ¿Qué diría Marx si viera lo que en nombre de su "manifiesto comunista" se ha llevado a cabo en la extinta URSS, China o Corea del Norte?

Toda mi vida laboral la he desarrollado en ONGs y no por creer en ningún tipo de caridad católica ni lucha de clases, sino porque egoístamente me ha encantado mi trabajo y es en esas situaciones donde siempre he conocido la gente con más fortaleza. He trabajado junto a voluntarios de toda inclinación política y sin ideología definida y he encontrando gente que lo da todo por los demás independientemente de su orientación, venga de donde vengan. 

Y por último para acabar, tengo que decir que odio cuando utilizan el miedo para evitar que la gente no vote a uno u otro partido: ya pasó con el PSOE en el 82, con el PP en el 96 y ahora ambos lo hacen con PODEMOS. Cuando se da ese argumento quiere decir que ya no hay otros que utilizar. Nunca votaré a nadie por su pasado, ni pensando en dictaduras ni guerras civiles, sino sólo por lo que digan y prometan en su programa. Si después no lo cumple pues no me va a doler prenda alguna en criticarlo duramente y retirarle mi voto. Por eso si en España nos sentimos traicionados por "nuestros gobernantes" deberíamos expresarlo, y para ello he creado el hastagpor #notevoteparaesto.

lunes, 19 de enero de 2015

¿Conocéis a Lex Luthor?

J.L.Ruffo

Tras muchos meses retomo mi actividad en este blog que para mi significa tanto. En mi última entrada os contaba como la vida provoca tantas idas y venidas, tantas vueltas...que en mi caso colocaron al terapeuta en el sillón del paciente. Gracias al apoyo de familia y amigos, gracias al trabajo de profesionales (amigos también) y a diversas lecturas y ejercicios, el 2015 comienza con luz. De algunas de esas lecturas os hablaré en otras entradas, pero me gustaría insistir en la idea de que todo ese esfuerzo significó reconocer que a pesar de los miedos enfermizos que presentaba y el desánimo mental, el pasado año también me sirvió para recolocar a mi vida en una escala de valores y objetivos más lógica, huir de lo negativo y buscar la felicidad donde verdaderamente se encuentra. Como dijo Albert Einstein: "No hay nada que sea un signo más evidente de demencia que hacer algo una y otra vez y esperar que los resultados sean los mismos". Por ello tuve que utilizar nuevas labores, o mejor dicho antiguas pero ya olvidadas, para conseguir mejores resultados. Aunque todavía quede mucho camino (¿y a quien no?) y los días transcurran como en una montaña rusa, con subidas y caídas, la mejora emocional es evidente y he podido encontrar la luz al final del túnel en mis compañeros de viaje. Este camino que llamamos vida y en el que nos acompañan otras personas de las que muchas veces nos olvidamos para centrarnos en nuestras quejas y demandas ( personas a los que anteponemos intereses perdiendo totalmente de vista cual debe ser nuestro objetivo en la vida).
También he tenido la suerte de utilizar como herramientas terapéuticas, aficiones que siempre me habían proporcionado placer y que había olvidado, como eran escribir, y mi pasión por libros, comics y el cine.
Otro aspecto importante que he podido realizar en 2014 ha sido el detectar a, aquella "Gente Tóxica" (como bien define Bernardo Stamateas en el libro del mismo nombre), que ponen dificultades en nuestras vidas. Utilizando como ejemplo del mundo de los cómics, me explicaré a continuación: En estas historias, sobre todo en las más antiguas, porque hoy los llamados villanos de los tebeos se caracterizan por personalidades más complejas, normalmente la diferencia entre el bien y el mal quedaban bien delimitadas. Batman, Superman o Spiderman representaban la justicia y los valores nobles, mientras los malvados eran representados como grotescos, feos y eran ridiculizados en sus continuos fracasos. El Joker (quizá mi favorito), Doctor Octopus, Pingüino...eran caricaturizados con la intención de que se alejaran lo máximo posible del aspecto humano (prototipo de la normalidad). Pero quizás por eso durante muchas décadas pensé que un personaje como Lex Luthor no era un villano al uso y no me producía tal fascinación. Un ser humano "normal", sin poderes...¿Cómo va a hacer frente a Superman, el superhéroe más poderoso? Cuando hablaba del tema con mis amigos, muchos coincidíamos en que lo que hacía más atractivas las historias de Batman o Spiderman sobre las del hombre de Acero eran precisamente sus villanos. Pero quizás con el paso de los años, uno comienza a entender por qué aquel personaje de Krypton tenía que enfrentarse como rival a un simple humano mortal. La respuesta es bien sencilla: no puede haber enemigo peor. 

Lex Luthor representa ese chacal disfrazado de aparente normalidad que se nutre del sufrimiento que provoca en su entorno. Luthor representa hasta donde el egocentrismo oscurece la vida de una persona que tiene que justificarse todos los días en sus actos porque conoce lo rastrero de los mismos. No es un psicópata (como puede ser Joker) que no experimenta sufrimiento con el dolor ajeno, sino un narcisista que piensa que todo el mundo debe orbitar alrededor suya y que cuando no consigue lo que quiere experimenta tal frustración que sólo es calmada con ira y destrucción. Si él lo pasa mal, tiene entonces que conseguir que su entorno caiga en el pozo para poder sentir esa superioridad que necesita. Llegamos así a situaciones de maltrato en la pareja, en los amigos o en el trabajo y pobre del desgraciad@ que caiga en sus redes. Luthor es un perfecto actor, puede incluso mostrarse encantador al principio, pero recurre permanantemente al chantaje emocional o a "comprar" sus lazos afectivos. Estos narcisistas suelen aparentar una alta autoestima y socialmente aparecen como personas muy seguras,  llenas de experiencia y completamente resueltas, pero en realidad lo único que están camuflando es su vacío interior, su falta real de autoestima. Probablemente en esa carencia esté todo el origen del problema: en unos progenitores que no supieron o no quisieron mostrar el esfuerzo necesario para enseñar a un hij@ que el amor no es algo que se compra y que las recompensas no son siempre inmediatas y materiales. Este personaje utiliza la amistad como un "favor que me debes...", siempre desde la perspectiva en primera persona y sin empatía posible. Y os insisto, ahí puede erradicar la mayor oscuridad posible que un hombre o mujer puede encontrar en su existencia y para aquell@s que caigan en sus redes lo mejor es alejarse lo más posible de ellos. Quizás la mejor definición de tales personas me la dio  mi querido y admirado amigo el psiquiatra Doctor Paco Alvarado: "...lo que siempre hemos conocido como un hijo de puta"

Pobre Superman, mejor le hubiera ido quedándose en Krypton.