J.L.Ruffo
Euforia, mente despierta…
Estos son algunos de los síntomas que los
consumidores de cocaína experimentan casi de forma inmediata después de su
consumo.
Sin embargo, antes de profundizar más os
voy a comentar mi impresión sobre las consecuencias de esta sustancia. Lo voy a
hacer, si me permitís, de una forma coloquial:
“No conozco otra sustancia que deje más
rallado a sus consumidores”
En una consulta de drogodependencias no es
difícil detectar cuando estás delante de un consumidor o exconsumidor de coca: desconfiados al máximo, obsesivos, con pensamientos repetitivos, mirada
interrogadora, posición defensiva, agresividad…
Su relación con la psicosis es muy estrecha.
En el seminario “Dificultades para el manejo de los pacientes con psicosis
cocaínica”, organizado por la
Sociedad Española de Toxicomanías (SET) en 2004,
se hablaba de una probabilidad del 60 por ciento de que consumidores diarios de
cocaína desarrollaran un trastorno psicótico.
Pero no creáis que estos efectos solamente
pueden llegar a dependientes de la sustancia, también existe el riesgo en
consumidores no habituales.
Como aseguraba en el año 2011 Purificación
Beltrán (Jefa de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de Valencia):
“¿Puede
la cocaína alterar tanto la mente como para convertir a un normal padre de familia
en una bestia? Tristemente, sí. “
“El
consumo de coca puede generar lo que se denomina psicosis tóxica y provocar
alteraciones de la percepción de tipo paranoide, alucinaciones visuales y
táctiles, comportamiento agresivo y con ello una ruptura psicótica de la realidad
cotidiana del individuo”.
Otro dato importante a tener en cuenta es el
hecho de su nefasta conexión con el alcohol:
“Mezclar
cocaína y alcohol no sólo es más tóxico que tomar ambas sustancias por
separado. Su consumo conjunto dispara además el riesgo de desarrollar
alcoholismo en unos pocos años. Este riesgo ha sido descubierto por un grupo de
investigadores españoles, encabezados por el especialista del Hospital
Universitario 12 de Octubre de Madrid Gabriel Rubio.”
Nos encontramos por tanto con una de las
grandes culpables de la destrucción de millones de personas, cuyo poder
adictivo es brutal y muy peligroso para la salud. A pesar de lo conocido de sus riesgos esta
sustancia siempre ha permanecido en los primeros lugares sobre su consumo
mundial. En esa liga nuestro país tiene el honor de haber sido durante muchos
años ¡el primer lugar de consumo en el mundo!
Por otro lado la heroína siempre ha estado en
los primeros lugares de los rankings que se han establecido para las drogas más
peligrosas. Hablar de la heroína es como hablar de las consecuencias de la
peste negra en la Europa del siglo XIV. Aunque en los últimos años su consumo
ha caído drásticamente algunas informaciones hablan de un nuevo repunte en su
consumo.
En la trinchera, esto es. en las consultas de
adicciones al menos lo que se ve es que la figura del heroinómano es la de un
hombre de unos cuarenta y tantos largos o cincuenta años de edad, que llevan
años en tratamiento y la mayoría de ellos con múltiples enfermedades como
consecuencias de su adicción al “caballo”. En definitiva “supervivientes”
de una época, de una droga que asoló nuestra sociedad y a muchos jóvenes le
sesgó su futuro. Es raro el heroinómano que no ha conocido a compañeros de
adicción que fallecieron por problemas asociados a la heroína (sida,
hepatitis, sobredosis,…). Y también es raro el heroinómano que tras superar su
adicción a la heroína se “engancha” a otras adicciones “menores”,
preferentemente el alcohol. “Heroinómano curado, alcohólico asegurado” Es
un dicho muy común entre los especialistas en adicciones y que por desgracia
tiene muchas dosis de realidad.
Las consecuencias del consumo de heroína en
la salud son muy diversas, pasemos a destacar brevemente alguna de ellas:
Efectos a corto plazo:
·
"Rush"
u oleada de euforia
·
Depresión
respiratoria
·
Ofuscación
del funcionamiento mental
·
Náusea
y vómito
·
Supresión
del dolor
·
Abortos
espontáneos
Efectos a largo plazo:
·
Adicción
·
Enfermedades
infecciosas, por ejemplo, VIH/SIDA, hepatitis B y C
·
Venas
colapsadas
·
Infecciones
bacterianas
·
Abscesos
·
Infección
del endocardio y las válvulas del corazón
·
Artritis
y otros problemas reumatológicos
No tengamos como única imagen del consumo de
heroína al “yonqui” metiéndose en vena la sustancia con una jeringuilla. También
puede ser esnifada o fumada. Estos últimos patrones parecen ser que se
extienden en los últimos años y no disminuyen el riesgo de su consumo.
Con esta entrada doy por finalizados los capítulos que he unificado con el epígrafe "COMO ALEJAR A TU HIJO DE LAS DROGAS". Espero al menos dejar claro la importancia de los padres en el futuro de nuestros hijos. Abandonar por un lado la dirección absoluta e impermeable de nuestros hijos, o por otro, la pasividad del colega que decide que su hijo aprenda por sí mismo, es quizás una de las claves más importantes.
La necesidad de INFORMACIÓN, sobre el mundo de las drogas, y de ACTUACIÓN no deben ser transferidas a otros.
Nuestros hijos nos esperan y necesitan.
Un fuerte abrazo a todos....
...por cierto amenazo con publicar el libro...
Con esta entrada doy por finalizados los capítulos que he unificado con el epígrafe "COMO ALEJAR A TU HIJO DE LAS DROGAS". Espero al menos dejar claro la importancia de los padres en el futuro de nuestros hijos. Abandonar por un lado la dirección absoluta e impermeable de nuestros hijos, o por otro, la pasividad del colega que decide que su hijo aprenda por sí mismo, es quizás una de las claves más importantes.
La necesidad de INFORMACIÓN, sobre el mundo de las drogas, y de ACTUACIÓN no deben ser transferidas a otros.
Nuestros hijos nos esperan y necesitan.
Un fuerte abrazo a todos....
...por cierto amenazo con publicar el libro...
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