J.L.Ruffo
Ya sé que lo que pido a continuación es tristemente utópico. Utópico porque pensar que en nuestro país podemos contar con un gran pacto educativo en el que primaran los intereses de los alumnos a las estúpidas promesas electorales de uno u otro matiz politico, es como llegar a creer que la Tierra es plana. Saco esto a a propósito de los últimos desagradables incidentes sufridos en un instituto de Barcelona.
Siempre caemos en el mismo error. Nos quedamos en la condena y en la búsqueda inmediata de justicia, ¿o habría que decir venganza?, del desamaldo que realiza la acción. Y ya está. Punto y final. Nuestro análisis no da para más. Pocos son los que analizan globalmente lo ocurrido y se centran en buscar alguna causa más que llegue a explicar tales comportamientos.
No quiero que nadie malinterprete mis palabras. En ningún modo se debe entender ésto como una defensa por mi parte de una posición que exija que el acto realizado no sea condenable y no se deba impartir la justicia que las leyes estimen oportunas. Yo en ese debate no entro, sólo insisto en que nuestros gobiernos, en gran parte debido a nuestra responsabilidad por esa sed vengativa que les hablo, lo único que plantean es el aumento de condenas y endurecimiento de las penas. Como dicen en los casinos "no va más". Y no sólo ocurre en estos casos, lo mismo podría decir en las circunstancias lamentables de violencia de género, actos terroristas o para hablar de algo "más suave" de los botellones de los jóvenes los fines de semana...
Si pensamos que ese debe ser el único remedio cometemos un gravísimo error. Esta posición ya me ha traído algún reproche de algún/a extremista que entienden que esa debe ser la única opción. "El tratamiento para los agresores sólo es uno y se llama cárcel", he escuchado en más de una ocasión. Pues no lo creo. No creo que ese sea el único camino. Y los datos nos avalan: ¿acaso ha disminuido, por poner un ejemplo, el número de víctimas de violencia doméstica en los últimos años?
Alguien "informado"puede contestarme que en los últimos años se han destinado fondos para la concienciación de los jóvenes y niños sobre ese problema. Mi contestación es muy sencilla: estoy convencido de lo ridículo de la cantidad de esos fondos y además todo se reduce a talleres dedicados a que el tema en cuestión sea normalmente impartidos por voluntarios de distintas asociaciones, precisamente con más voluntad que medios...Lo conozco bien: yo mismo he organizado e impartido numerosos talleres para chavales de secundaria y sobre varios temas: violencia, educación sexual, trastornos alimentarios y sobre todo adicciones...los daba como voluntario de Cruz Roja, los preparaba como Delegado Provincial de Cruz Roja Juventud, los impartía como psicólogo "contratado" por ayuntamientos o a través del A.C.T.A. (Área Clínica del Tratamiento del Alcoholismo)...Os repito la misma idea que con el tema de la justicia, no digo que no haya que hacerlo, sólamente insisto en que son insuficientes: Una vez más, si alguien piensa que con un taller al trimestre sobre determinadas temas los jóvenes van a dejar de cambiar sus actitudes o su forma de actuar vuelve a estar muy confundido.
Lo peor de todo es que no hay algunos que lo piensan, sino que es la forma "populista" con la que actúan nuestros políticos, más preocupados en la discusión inútil sobre impartir absurdas clases de religión, ética o ciudadanía por así quedar bien con su electorado "borreguil". De nuevo basta decir que no es un ataque a las creencias de cada uno. Sería absurdo, yo también las tengo y las defiendo, aunque mi vision no sea precisamente canónica..., pero estos temas deben salir de la escuela pública.
Entonces, ¿qué se debe hacer? Pues la solución es sencilla y demandada hace años por muchos profesionales de la educación y la psicología. Decir que suponen un coste económico mínimo para el contribuyente además de unos resultados demostrados y garantizados para nuestra sociedad. ¿Acabará lo qué proponemos con los crímenes, actos delictivos y conductas antisociales? ¿Ya no habrá más asesinatos como el caso de Barcelona u otros como "el asesino de la katana", "el caso de Marta del Castillo" o el de "Sandra Palo"...? Obviamente la respuesta es no. Pero os ruego que no os quedéis con eso, sólo es la punta del iceberg. Antes de estallar esas bombas hay miles de actos antisociales y punibles diariamente que no llegan a nuestros oídos. Sólo nos enteramos de los casos más dramáticos, sangrientos...pero con los demás simplemente como sociedad miramos para otro lado. Os pido reflexión: reconoced que ya no nos extrañan estas noticias, ¿no os dais cuenta a qué nivel de agresividad diaria, no sólo física, nos hemos llegado a acostumbrar? Pensad, cuántas veces nosotros mismos no sabemos cómo trabajar con nuestra frustraciones, cómo detener esa rabia que todo sentimos en algún momento por distintas causas...
Pues os insisto, la solución es muy sencilla: INTELIGENCIA EMOCIONAL.
No me cansaré de repetirlo, ya lo he mostrado y lo seguiré haciendo en entradas pasadas y futuras de este blog. Volveré a insistir, perdonadme el anuncio publicitario, en la recopilación de algunos de los escritos aquí expuestos y que publicaré en el mes de Septiembre bajo el nombre de COMO ALEJAR A TU HIJO DE LAS DROGAS (editorial Artgerust), y lo seguiré diciendo, como realizaba hasta hace bien poco en cualquier programa de radio o TV (tranquilos, no creo que me llamen otra vez ).
Para Daniel Goleman la inteligencia emocional se resume en cinco sencillos aspectos:
1) Conocer las propias emociones. Saber qué son las emociones, cuáles son su función y reconocerlas.
2) Manejar las emociones: No consiste en negarlas, ni sentirnos culpables o extraños cuando las sentimos, que es hasta ahora el modelo más generalizado... sino saber cómo expresarlas de la manera adecuada.
3) Motivarse a sí mismo: Saber utilizar una emoción para la consecución de un objetivo. Para ello necesitamos la motivación.
4) Reconocer las emociones de los demás: Saber que las emociones son intrínsecas al ser humano, por lo tanto todos las tenemos. Volviendo al lamentable caso de hace dos días, alguien me comentaba en Twitter la posibilidad de que el niño de 13 años fuera un psicópata. Sinceramente no lo creo, y baso mi criterio en dos apreciaciones. Primero con 13 años la personalidad no está formada del todo, podríamos hablar de rasgos psicopáticos no de un trastorno de la personalidad perfectamente definido. Pero en segundo lugar tengo que reconocer que no veo siquiera esos rasgos en el comportamiento del asesino. Basta escuchar al maestro de educación física, por suerte formado en determinadas habilidades relacionadas con lo que hablamos, que consiguió convencer al chaval y que logró que éste soltara las armas y empezara a llorar como un niño pequeño. La empatía es fundamental si queremos una sociedad civilizada, incluso en los casos más extremos.
5) Establecer relaciones: Esa empatía nos ayudará a manejar nuestras relaciones con los demás, lo que provocará que no nos frustremos con ellas. Es precisamente el fracaso en el intento de establecer esas relaciones y el castigo social a quien no lo consigue lo que conlleva a que algunos las realicen de manera equivocada con los peligros que ello conlleva.
En definitiva y como decían nuestros abuelos "para muestra un botón", por eso para acabar, os dejo los enlaces de algunos de los tímidos programas realizados en distintas comunidades de este país nuestro y los resultados satisfactorios que conllevan:
http://www.eduardpunset.es/5227/general/finalmente-educacion-emocional-en-los-colegios
http://quiosco.elmundo.orbyt.es/ModoTexto/paginaNoticia.aspx?id=8000951&tipo=1&sec=El%20Mundo&fecha=10_01_2012&pla=pla_562_Madrid
http://www.compromisorse.com/rse/2011/10/05/la-fundacion-botin-demuestra-que-la-inteligencia-emocional-funciona-en-el-colegio/
Mi abrazo sentido para las víctimas de éste suceso y de cualquier acto en el que intervenga la violencia (sea del tipo que sea).
PIENSO QUE ES FUNDAMENTAL E IMPRESINDIBLE PARA UNA "EDUCACION" EQUILIBRADA.
ResponderEliminarPIENSO QUE ES FUNDAMENTAL E IMPRESINDIBLE PARA UNA "EDUCACION" EQUILIBRADA.
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